A continuación te proporcionamos algunos consejos para que mejores la manera en la que estudias:
Estudia en sesiones de 25 minutos. El método Pomodoro.
Estudios han demostrado que la capacidad de concentración y, por tanto, de aprendizaje, disminuye a partir de los 25 minutos en los seres humanos y, por tanto, la manera más efectiva para aprender es hacerlo en pequeñas sesiones de más o menos esa duración. Se acabaron pasar horas y horas frente a los libros sin hacer ningún tipo de descanso.
Durante esos 25 minutos se estará realizando una tarea concreta dedicando concentración máxima, sin distracciones, se hará una pausa de 5 minutos y vuelta a empezar. Durante una hora realizaremos dos pomodoros.
Si no eres capaz de explicarlo, no has entendido lo que has estudiado.
La mejor manera de aplicar este método es realizar una simulación de clases con lo que hayamos estudiado. Recopila unas notas breves, ponte en pie y da una breve clase de 10 minutos. Si te atascas o hay ciertos conceptos que no sabes explicarlos bien del todo, deberás volver a repasar y estudiar lo aprendido. Esto nos servirá como refuerzo de lo que hemos aprendido a la vez que identificar las partes que peor llevamos.
Proponte una rutina de estudio
Estudiar los días antes del examen no es una buena técnica, todos lo sabemos. Por eso es importante crear un horario de estudio y, sobretodo, seguirlo. Esto ya no solo sirve como prueba de madurez, si no que también tiene efectos notables sobre el rendimiento de estudio. Si empezamos a estudiar de forma desorganizada acabaremos estudiando a altas horas de la noche, cuando el sueño y el cansancio aparecen y hacen mella en nuestra capacidad de concentración.
Si consigues acostumbrarte a un horario, te será más fácil no saltarte los ratos de estudio y les dedicaremos el tiempo adecuado.
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